Principio de autoridad. Una carta de mamá
QUERIDO HIJO:
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu madre: tú no votaste por mí.
Somos madre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de madre.
No soy tu amiga, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros.
Soy tu madre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!.
Yo no soy tu amiga, de esas tienes muchas, madre sólo hay una...
En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo,
mientras tanto confía en mí...¡Te Amo!
Atte:Tu Madre
Mientras vivas en esta casa obedecerás las reglas. Cuando tengas tu casa establecerás tus propias reglas.
Aquí no gobierna la democracia, no hice campaña electoral para ser tu madre: tú no votaste por mí.
Somos madre e hijo por la gracia de Dios, y yo acepto respetuosamente el privilegio y la responsabilidad aterradora. Al aceptarla adquiero la obligación de desempeñar el papel de madre.
No soy tu amiga, nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas pero no somos compañeros.
Soy tu madre ¡Y eso es cien veces más que un amigo!.
Yo no soy tu amiga, de esas tienes muchas, madre sólo hay una...
En esta casa harás lo que yo diga y no debes cuestionarme porque todo lo que yo ordene estará motivado por el amor. Te será difícil comprenderlo hasta que tengas un hijo,
mientras tanto confía en mí...¡Te Amo!
Atte:Tu Madre
Algo sobre los maestros de nuestros hijos
Quien piense que cualquier maestro o maestra en el Ecuador, optó por esta profesión, porque es una actividad rentable, está absolutamente equivocado. Hay ciertas características que nosotros, los padres de familia, debemos reconocer en los maestros de nuestros hijos.
EL MAESTRO NACE, Y TAMBIÉN SE HACE.
Para ser maestro hay que tener una vocación innata. Una maestra o un maestro debe ser una persona llena de paciencia, flexibilidad, carácter, disciplina, amor, dedicación, y estas no son características que se las consiga a través de un título. Sin embargo, el conocimiento, la estrategia, la sicología, la pedagogía, etc. son temas que sí los han conocido por medio de su formación. No cualquiera puede ser maestro. Yo mismo he tenido experiencias tratando de sostener la atención de niños de 4 a 8 años, y no lo he logrado. Casi y he salido corriendo de ese lugar. Pero una mirada, una palabra o la sola presencia de una maestra, conquista la atención de sus alumnos. Eso es vocación y preparación.
EL AMOR DE UN MAESTRO.
Debemos tener en cuenta que los maestros aman a nuestros hijos. Sé de cerca (mi madre fue maestra) que las maestras están muchas veces, más preocupadas por el desarrollo integral de sus alumnos, que muchos padres. Sufren las tristezas de la vida personal de sus "hijos", porque así los sienten. Les duelen sus vidas como si se tratasen de nuevos partos que han vivido. Una maestra o un maestro, está dejando parte de su vida en la sala de clase, y le recuerdo esto, no lo hace por el dinero.
EL MAESTRO MERECE SER RECOMPENSADO.
Como lo dijimos antes, no es el dinero la recompensa que espera el maestro. Por supuesto que merece su salario, pero esa no es la recompensa ni el reconocimiento a una vida de entrega. El maestro anhela ver que su dedicación da frutos y que sus hijos son cada día mejores personas y están en mejores condiciones. Cuando un padre de familia se acerca a una maestra solo con la intención de decirle: gracias por lo que hace con mi hija, la maestra sabe en su corazón, que valió la pena esforzarse. Si un alumno o alumna le agradece con un fuerte abrazo, la maestra incrementa sus fuerzas para trabajar. Lo hará mejor, y lo seguirá haciendo por el mismo motivo, por amor.
Estos son apenas unas pocas razones por las cuales debemos preocuparnos de que en la esquina de la mesa del escritorio de las maestras y maestros de nuestros hijos, haya siempre una manzana.
Cristian Becerra
EL MAESTRO NACE, Y TAMBIÉN SE HACE.
Para ser maestro hay que tener una vocación innata. Una maestra o un maestro debe ser una persona llena de paciencia, flexibilidad, carácter, disciplina, amor, dedicación, y estas no son características que se las consiga a través de un título. Sin embargo, el conocimiento, la estrategia, la sicología, la pedagogía, etc. son temas que sí los han conocido por medio de su formación. No cualquiera puede ser maestro. Yo mismo he tenido experiencias tratando de sostener la atención de niños de 4 a 8 años, y no lo he logrado. Casi y he salido corriendo de ese lugar. Pero una mirada, una palabra o la sola presencia de una maestra, conquista la atención de sus alumnos. Eso es vocación y preparación.
EL AMOR DE UN MAESTRO.
Debemos tener en cuenta que los maestros aman a nuestros hijos. Sé de cerca (mi madre fue maestra) que las maestras están muchas veces, más preocupadas por el desarrollo integral de sus alumnos, que muchos padres. Sufren las tristezas de la vida personal de sus "hijos", porque así los sienten. Les duelen sus vidas como si se tratasen de nuevos partos que han vivido. Una maestra o un maestro, está dejando parte de su vida en la sala de clase, y le recuerdo esto, no lo hace por el dinero.
EL MAESTRO MERECE SER RECOMPENSADO.
Como lo dijimos antes, no es el dinero la recompensa que espera el maestro. Por supuesto que merece su salario, pero esa no es la recompensa ni el reconocimiento a una vida de entrega. El maestro anhela ver que su dedicación da frutos y que sus hijos son cada día mejores personas y están en mejores condiciones. Cuando un padre de familia se acerca a una maestra solo con la intención de decirle: gracias por lo que hace con mi hija, la maestra sabe en su corazón, que valió la pena esforzarse. Si un alumno o alumna le agradece con un fuerte abrazo, la maestra incrementa sus fuerzas para trabajar. Lo hará mejor, y lo seguirá haciendo por el mismo motivo, por amor.
Estos son apenas unas pocas razones por las cuales debemos preocuparnos de que en la esquina de la mesa del escritorio de las maestras y maestros de nuestros hijos, haya siempre una manzana.
Cristian Becerra
Hace poco conversaba con un señor que me dijo: Me preocupé tanto por ser amigo de mis hijos, que se me pasó lo de ser padre. Ahora ya los perdí.
Otra pareja de esposos, me contaban cómo su hijo se hundió en un mundo de drogas, y no se dieron cuenta sino el momento en que ya era tarde. La madre dijo: No entiendo qué fue lo que pasó. Creí que era su amiga y me había ganado su total confianza.
RECUERDA: EN LA ESTRUCTURA FAMILIAR, HAY PADRES E HIJOS. NO ENTRAN LOS AMIGOS.
No dejes de ser padre para convertirte en amigo, tus hijos necesitan a papá y a mamá.
Haz click en la imagen de la izquierda para acceder a un artículo muy interesante y útil para todo padre de familia. |
Prepararse para seguir siendo papá
Este es uno de los puntos más complicados de lograr en un padre de familia moderno. Resulta que el momento en que un padre se ve en problemas con la formación de un hijo, ya sea que el hijo está metido en problemas personales, o que simplemente no le habla, suele decir la muy común frase: "Es que no hay una escuela para ser padres" y también suelen acompañarla con la frase "Uno no nace sabiendo" "Así es como echando a perder se aprende"
El detalle importante de esto es que no podemos aprender echando a perder la vida de nuestros hijos. Por lo tanto, es necesario instruirse un en todas aquellas cosas que pueden ayudarnos a ser buenos padres. Sigue esta página y encontrarás consejos eficientes de paternidad.
Este es uno de los puntos más complicados de lograr en un padre de familia moderno. Resulta que el momento en que un padre se ve en problemas con la formación de un hijo, ya sea que el hijo está metido en problemas personales, o que simplemente no le habla, suele decir la muy común frase: "Es que no hay una escuela para ser padres" y también suelen acompañarla con la frase "Uno no nace sabiendo" "Así es como echando a perder se aprende"
El detalle importante de esto es que no podemos aprender echando a perder la vida de nuestros hijos. Por lo tanto, es necesario instruirse un en todas aquellas cosas que pueden ayudarnos a ser buenos padres. Sigue esta página y encontrarás consejos eficientes de paternidad.